Karate es un término de origen japonés que puede traducirse como “mano limpia”. En concreto, podemos establecer que es el resultado de la suma de dos componentes léxicos de dicha lengua japonesa: el adjetivo “kara”, que significa “limpio”, y el sustantivo “te”, que puede traducirse como “mano”.
El karate es un arte marcial japonés que utiliza técnicas de golpeo con manos, pies, codos y rodillas, así como de bloqueo y agarre, con el objetivo de desarrollar la disciplina física y mental. Además, hay que saber que dentro del karate hay cinco estilos diferentes: el shotokan, el shito ryu, el goju ryu, el wado ryu y el kyokushinkai.
El karate es una disciplina milenaria cuyas raíces se remontan a la isla japonesa de Okinawa, durante la dinastía Ryukyu, establecida en el siglo XV. Se popularizó en todo Japón en la década de 1920 y se expandió internacionalmente tras la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo a los conocimientos que va adquiriendo y a su experiencia, el karateca alcanza diversos grados (kyus) -reflejados en el color de su cinturón- que certifican su nivel en el karate. Los principiantes comienzan con un cinturón blanco y luego pasan al cinturón amarillo, cinturón naranja, cinturón verde, cinturón azul, cinturón marrón y, finalmente, cinturón negro, aunque esta escala puede variar de acuerdo a la escuela. Quien llegó al cinturón negro del karate puede seguir ascendiendo desde el primer dan hasta el décimo dan. El karateca más avanzado, por lo tanto, es cinturón negro con rango de décimo dan.